viernes, 28 de junio de 2013

Detenido un prelado en una investigación sobre el banco vaticano

La Fiscalía de Roma también arresta a un exfuncionario de los servicios secretos y un broker

 

 
Solo dos días después de que el papa Francisco creara una comisión de investigación sobre el banco del Vaticano, la fiscalía de Roma ha ordenado la detención de un prelado de Salerno, monseñor Nuncio Scarano, al carabiniere Giovanni Maria Zito –ex funcionario de los servicios secretos italianos—y al bróker Giovanni Carinzo acusados de corrupción y estafa en un asunto relacionado precisamente con el Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Las detenciones, que han sido practicadas por la Guardia de Finanza —la policía fiscal italiana—, se producen dos semanas después de que monseñor Scarano fuese investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales, tras lo cual ayer mismo fue suspendido de su cargo responsable del servicio de contabilidad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el ente que gestiona el inmenso capital inmobiliario del Vaticano.

 

El diario La Repubblica informa de que la investigación de la Fiscalía habría destapado un acuerdo entre Scarano y Zito para repatriar desde Suiza 20 millones de euros en efectivo pertenecientes a amigos del prelado con un jet privado.
El miércoles, Jorge Mario Bergoglio ordenó la creación de una comisión para investigar la situación económica y jurídica del banco del Vaticano, el siempre polémico y oscuro Instituto para las Obras de Religión (IOR). La comisión, que estará presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina, de 80 años, tendrá como fin último la reforma del banco para que “los principios del Evangelio impregnen también las actividades de carácter económico y financiero”.

La Unión Europea salva la cara con pequeños estímulos

Los Veintisiete tienen listas medidas contra el paro juvenil y para reabrir el grifo del crédito

Los socios llegan a un acuerdo político para desatascar los presupuestos

 

El presidente francés François Hollande habla con los periodistas a su llegada a la Cumbre Europea el jueves en Bruselas / JULIEN WARNAND (EFE)
 
Seis años después del estallido de la crisis, 27 millones de europeos están en paro: un contingente que equivale a tener de brazos cruzados, sin posibilidad de trabajar, a toda la población de Bélgica, Austria, Dinamarca e Irlanda. Tras haberse tragado 1,6 billones de euros de dinero público, el sistema financiero sigue asfixiado y tampoco consigue hacer llegar el crédito a la economía real. La cumbre de la UE ha cerrado un acuerdo para dar una respuesta (parcial y relativamente modesta) a esos dos problemas. Los Veintisiete dieron luz verde a un par de pasos destinados a aliviar el peso de esa tasa de paro socialmente insoportable y a restañar las heridas que deja el agujero en el sistema circulatorio de la economía —la banca—, que anticipan aún más tiempos difíciles en Europa.
Los líderes cerraron un plan de choque contra el desempleo juvenil que movilizará 6.000 millones de euros en 2014 y 2015 y hasta 2.000 millones adicionales hasta 2020, procedentes de los fondos que no se gasten en ese periodo. En total, unos 8.000 millones —según los cálculos del Consejo— para combatir el paro. Además, pactaron un programa para desatascar los préstamos a las pymes, por importe de hasta 100.000 millones —con la habitual ingeniería financiera propia de estos tiempos— hasta 2020. No hay demasiado dinero fresco ni convicción en esos dos estímulos, que llegan con un año de retraso: la cumbre de junio de 2012 aprobó medidas muy similares que nunca vieron la luz. Pero al menos algo empieza a moverse en la Unión.
Europa sigue esperando a su Roosevelt (el presidente que sacó a EE UU de la Gran Depresión), pero la economía y la política tiran en direcciones distintas. Mientras la economía exige ambición para arreglar el edificio del euro y medidas a muy corto plazo para la reactivación, los socios europeos caracolean para acabar encontrando soluciones de compromiso, pero habitualmente faltas de ambición. Al menos, los líderes llegaron ayer a Bruselas con los deberes hechos: los ministros de Finanzas desbloquearon el acuerdo sobre quién debe pagar cuando se cierre un banco —algo fundamental en el camino hacia la unión bancaria—, y la Comisión, el Consejo y el Parlamento llegaron a un acuerdo político para desatascar los presupuestos para los próximos siete años, esencial para que las medidas contra el paro juvenil y a favor del crédito vayan más allá de las palabras.
Más allá del paro, el otro elemento esencial para salir de la recesión es que fluya el crédito y, principalmente, a precios asequibles.
El nuevo mantra en Europa se basa en seguir con la austeridad, pero sobre todo en activar reformas estructurales. El presidente de la Comisón, José Manuel Barroso, advirtió de que la Unión “es consciente de la necesidad de estímulos a corto plazo, debido a que esas reformas tardan un tiempo en dar resultados”. Y sin embargo, los líderes son plenamente conscientes de que esas medidas no son de gran calado: no suponen un punto de inflexión. “No se trata de cifras realmente impresionantes”, resumió el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker. “Esas medidas no van a acabar con el paro. Ni con la fragmentación del mercado financiero, que hace que las pymes de la periferia paguen más por sus créditos que las del Norte. Pero van en la línea adecuada”, explicaron fuentes del Consejo Europeo.
El estado de ánimo del proyecto europeo se ha visto perfectamente retratado estos días: en vísperas de la cumbre, Berlín consiguió bloquear —incluso con malas artes, según fuentes diplomáticas— una normativa para reducir el nivel de contaminación de los coches contraria a los intereses de su industria. Esa es la eterna historia de esta crisis: en la cumbre de junio de 2012, Italia, España y Francia amenazaron con plantarse para conseguir un Pacto sobre el Crecimiento sospechosamente parecido al que se discutía ayer —un año después— en Bruselas. Berlín transigió, pero en la práctica ha bloqueado o rebajado una y otra vez esas y otras iniciativas. Alemania solo ha cambiado cuando las críticas a su abrumador liderazgo han subido de tono: Berlín busca tranquilidad hasta las elecciones de otoño.
El reloj se ha parado en Europa, pese a que la canciller Merkel negó anoche que los socios “hayan cambiado una sola decisión en función de las elecciones”. La realidad contradice esa versión. Al margen de las medidas sobre el paro y el crédito, los socios se han embarcado en una aventura mayor: la unión bancaria. La semana pasada, aprobaron la recapitalización directa de entidades financieras; ayer acordaron las reglas para cerrar bancos. Ambos pasos están plagados de tecnicismos, de matices, pero el resumen que hacen los expertos es sencillo: la solución alcanzada es siempre muy del gusto de Alemania, y muy inferior a las expectativas. En junio de 2012, los líderes se conjuraron para romper el vínculo entre la crisis financiera y la crisis de deuda soberana. El dictado de Berlín ha llevado a rebajar esa ambición: ahora basta con “diluir”, con “debilitar” esos lazos. Una alta fuente europea asegura que esa rebaja puede traer problemas si la tormenta que parece estar formándose en los mercados vuelve a acercarse a las costas europeas. Si ese vaticinio se cumple, la recuperación de Europa será lo que viene siendo desde hace año y medio: un espejismo fugitivo.

Perú abre los brazos a España en plena crisis

El presidente Ollanta Humala da su respaldo al encuentro económico organizado por EL PAÍS y ‘La República’

 

El presidente de Perú, Ollanta Humala, durante la inauguración. / R. GARCÍA (EL PAÍS)
 
España no termina de salir de la crisis que comenzó en 2007. Y Perú ha crecido en los tres últimos años en torno al 7%. Ante esa coyuntura, el Gobierno peruano se plantea reforzar sus relaciones con España con dos objetivos claros: ayudar a que el país ibérico salga lo antes posible de la crisis y mantener a Perú en la senda del crecimiento. Ese fue el mensaje que transmitió este jueves en Lima el presidente de Perú, Ollanta Humala, en su discurso de inauguración del foro Invertir en Perú, organizado por EL PAÍS y el grupo peruano La República.
Gustavo Mohme, presidente de La República, indicó que este foro es consecuencia de otro encuentro que ambos grupos mediáticos organizaron en enero de 2012 en Madrid, cuando convocaron a las autoridades políticas y económicas de ambos países con el fin de analizar las posibilidades de negocio en Perú. También explicó que el objetivo ahora no es tanto promover una apertura económica del país, “que ya se ha producido hace años”, sino impulsar un segundo desembarco de inversiones en Perú.
El presidente de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, rememoró la figura del escritor y cronista Inca Garcilaso de la Vega - nacido en Cuzco y muerto en la ciudad española de Córdoba hace 397 años- como ejemplo de las estrechas relaciones que han mantenido los dos países a lo largo de los siglos. “Si en este momento otro Inca Garcilaso escribiera una historia general del Perú, narraría un Perú verdaderamente impresionante que encabeza la lista de todos los países por datos macroeconómicos”, indicó. Cebrián resaltó el proceso de “crecimiento, institucionalización política y progreso democrático” que vive hoy en día América Latina frente a la crisis que arrastra Europa. Y destacó la figura de Humala como ejemplo de esa fase de desarrollo que disfruta Latinoamérica.
El presidente de Perú inauguró el foro con un discurso en el que recalcó la importancia que tiene ahora mismo en su país manejar “unas relaciones internacionales con un socio activo en la comunidad internacional”. “Queremos fortalecer nuestra relación con Europa, pero sobre todo con España”, añadió. “Nos unen lazos culturales y debemos trabajar juntos. En las buenas y en las malas. Creo que América Latina, y particularmente el Perú, puede ser un instrumento valioso para que España pueda salir prontamente de su crisis. Y también un socio importante es España para el Perú, ya que es uno de sus principales socios comerciales y donde tenemos una comunidad importante de peruanos y peruanas”.
Humala subrayó lo importante que es gobernar con sentido de la responsabilidad, dentro de un mundo en crisis cuyos efectos llegan a todos los países, con mayor o menor intensidad. “Dentro de esta crisis global, América Latina ha venido tomando un camino en el cual el efecto no ha sido tan contundente como en otras regiones del mundo. Y esto hay que tomarlo con humildad y con mucha responsabilidad. (..) El pueblo peruano ha aprendido lecciones. Y su clase política también ha aprendido a dar pasos con responsabilidad, que es lo que estamos haciendo hoy día”, indicó.
Tras el discurso de Humala, Javier Moreno, director de EL PAÍS, describió el foro como un símbolo del espíritu que guía al periódico: “Servir de plataforma, de debate y también de punto de encuentro a los principales actores de la política, de la empresa, de la cultura y de la ciencia de toda Iberoamérica”. Moreno subrayó que el encuentro serviría para conocer mejor las necesidades del país.
En relación con esas necesidades, Humala destacó la importancia que tendría en los próximos años la eliminación de las trabas burocráticas y el desarrollo de Internet. El presidente señaló esos factores como esenciales para afrontar su principal desafío, que es el de “resolver la pobreza”. “El Perú no puede hablar de crecimiento económico si no se resuelve el problema de la desigualdad”, añadió.
El ministro de Economía peruano, Luis Miguel Castilla, también habló sobre las necesidades en un debate posterior con otros dos economistas. “No tenemos demasiados economistas, pero tampoco soldadores, técnicos, especialistas, que es lo que el mercado necesita”, dijo.
“Se gasta muy poco en educación”, lamentó Piero Ghezzi, exdirector ejecutivo de Economía Global y Mercados Emergentes del Barclays Capital. “Hay que tratar de comprender por qué si a todo el mundo le importa la educación, por qué no ha mejorado. (…) El problema fundamental es que ningún educador en el Perú sabe qué hacer para mejorar la educación. Necesitamos a gente que se ponga a pensar. Cada Gobierno viene con una idea grande, pero seguimos con el mismo problema. No tenemos el diagnóstico adecuado todavía y si no lo tenemos, menos vamos a tener las soluciones”.
El ministro de Economía alegó que aunque se duplicara el presupuesto de educación, en materiales e infraestructuras, no se conseguiría un resultado idóneo. “Diagnósticos en nuestro país sobran. Hay muchas propuestas educativas. Lo que pasa es que uno tiene que jugárselo por uno. Pero es muy sintomático que tres macroeconomistas estemos hablando de educación”, aclaró.
El foro —patrocinado por Telefónica, Repsol, BBVA, el Ayuntamiento de Lima y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y organizado con la colaboración de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperu)— fue clausurado por la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.

Turquía reclama a las redes sociales información sobre los indignados

El Ministerio de Comunicación pide a Twitter que revele la identidad de usuarios con mensajes insultantes. El Gobierno dice que Facebook ha colaborado, pero la empresa lo niega.

 
 

Una manifestante en la plaza de Taksim de Estambul, el 22 de junio. / OZAN KOSE (AFP)
 
Las autoridades turcas han solicitado información a las redes sociales Facebook y Twitter sobre sus usuarios en relación con las más de tres semanas de protestas contra el Gobierno en varias ciudades de este país. Binali Yildirim, ministro de Transporte y Comunicaciones, afirmó ayer que Twitter se había negado a colaborar con el Gobierno, que ya había recibido una respuesta “positiva” de Facebook, que ya llevaría un tiempo “cooperando con el Estado”.
“Cuando se solicitan informaciones, queremos que haya alguien en Turquía que nos las pueda proporcionar. Debe haber un interlocutor a quien podamos enviar nuestras reclamaciones y que pueda corregir un error si lo hay”, puntualizó el ministro en una clara referencia a Twitter, que no tiene oficina en Turquía.
Un alto cargo del Ministerio de Comunicaciones citado por la agencia Reuters aseguró que el Gobierno había pedido a Twitter que revelara las identidades de los usuarios que habían publicado mensajes que podrían ser considerados insultantes hacia el Gobierno o el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, o que hayan afectado a los derechos de otras personas. “Hemos comunicado a todas las redes sociales que, si tienen presencia en Turquía, deben cumplir la ley turca (…) Probablemente, Twitter también la cumplirá. Esta situación no puede seguir así”, advirtió Yildirim.
Miles de personas ocuparon y cerraron los accesos a la plaza Taksim y al parque Gezi, en el centro de Estambul, entre el 31 de mayo y el 1 de junio para protestar contra la violencia policial y contra el Gobierno de Erdogan, al que los manifestantes acusaban de “autoritario”. La mayoría de los grandes medios de comunicación turcos no informaron de las protestas, por lo que los ciudadanos recurrieron a Facebook, Twitter y a otros servicios en Internet para buscar y compartir información. Las manifestaciones se acabaron extendiendo a otras ciudades del país y aún continúan de forma ocasional.
Al inicio de las revueltas, Erdogan había definido a Twitter como “problema” y “amenaza” contra la sociedad por ayudar a propagar “mentiras”. Más de 30 personas fueron detenidas en Esmirna acusadas de haber incitado a la violencia a través de esta red social.
“El Gobierno turco ha tenido mucho miedo de estas revueltas inesperadas, que deben algo a las redes sociales, pero no tanto como el Gobierno imagina”, advierte una experta
“Nosotros no decimos: `Bueno, si crees en tal cosa, entonces no puedes usar nuestra plataforma para eso”, ha asegurado en Washington, el director ejecutivo de Twitter, Dick Costolo. “Puedes usar nuestra plataforma para decir lo que tú creas, y eso es lo que la gente de Turquía está haciendo. El programa en sí no tiene ningún punto de vista sobre estas cosas”, explicó Costolo.
Esta misma semana, el alcalde de Ankara, Ibrahim Melih Gokcek, del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas en turco) que lidera Erdogan, recurrió precisamente a su cuenta en Twitter para acusar a Selin Girit, una periodista turca de la BBC, de “espía” y de colaborar con una conspiración internacional para “colapsar” la economía turca. Gokcek creó una etiqueta de Twitter contra esta periodista y animó a sus seguidores a que la difundieran. Sin embargo, seguidores de Girit crearon su propia etiqueta, en la que calificaban de “provocador” al alcalde, que superó en popularidad a la primera. Gokcek respondió también a través de Twitter amenazando con demandar a todas las personas que le acusaran de “provocador”.
Horas después el ministro turco de Transporte y Comunicaciones asegurara que había recibido una respuesta “positiva” de la red social Facebook a su demanda de colaboración, la empresa lo negó a través de un comunicado: “Facebook no ha proporcionado datos de sus usuarios a las autoridades turcas en respuesta a las solicitudes del Gobierno en relación con las protestas”.
“Estamos preocupados por las propuestas legislativas para requerir a las compañías de Internet que proporcionen información a los cuerpos de seguridad”, añadió Facebook. El Parlamento turco está debatiendo en la actualidad una ley para regular el uso de las redes sociales.
“El Gobierno turco ha tenido mucho miedo de estas revueltas inesperadas, que deben algo a las redes sociales, pero no tanto como el Gobierno imagina”, argumenta Gulseren Adakli, profesora de Comunicación en la Universidad de Ankara y que ha estudiado el papel de las redes sociales durante las protestas.
El mayor buscador de Internet, Google, ya abrió una oficina en Turquía el pasado octubre, después de que las autoridades turcas bloquearan durante más de dos años el acceso de usuarios turcos a su servicio de vídeos YouTube. El Gobierno de Ankara cortó el acceso a YouTube porque algunos usuarios habían publicado vídeos insultantes hacia el fundador de la República Turca, Mustafá Kemal, Atatürk.
Organizaciones defensoras de la libertad de expresión han criticado repetidamente durante los últimos años a Turquía por bloquear el acceso a miles de páginas web. En su último informe sobre la libertad en la red, la organización Freedom House define a Turquía como “parcialmente libre”, y afirma que las autoridades censuran páginas web por motivos políticos. Según este informe, en Turquía hay más de 15.000 páginas web censuradas. En diciembre del año pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que Turquía había violado el derecho a la libertad de expresión de sus ciudadanos al bloquear también sites.google.com, otro servicio de Google con el que sus usuarios pueden crear páginas web.

El Senado de EE UU aprueba la ley para la reforma del sistema de inmigración

 

Los senadores John McCain (Izda.) y Charles Schumer se felicitan este jueves. / JIM LO SCALZO (EFE)
 
Estados Unidos ha dado un paso de gigante en su confirmación como gran nación de emigrantes: el Senado aprobó este jueves definitiva y contundentemente la reforma que permite la legalización de más de 11 millones de indocumentados, lo que puede conducir a una honda transformación con implicaciones económicas, políticas, sociales y culturales. Aunque la votación de esta tarde está todavía pendiente de su ratificación en la Cámara de Representantes, el debate se desenvuelve en un contexto histórico que permite vaticinar su éxito final.
El resultado final de la votación -68 contra 32- supone un respaldo mucho mayor de lo que hubiera sido posible anticipar hace solo unos meses y confirma el surgimiento de una sólida coalición parlamentaria que podría ser suficiente como para vencer las resistencias que esta ley, de alcance histórico, puede aún encontrar en su camino hacia el Despacho Oval.
"El Senado de Estados Unidos ha servido hoy a los ciudadanos, llevándonos un paso más cerca a la resolución definitiva del sistema de inmigración", aseguró Obama en un comunicado adelantado por la Casa Blanca. El presidente afirmó que el proyecto de ley "es un compromiso" y que ninguna de las partes implicadas logró todo lo que querían. "Ni los demócratas, ni los republicanos, ni yo. Pero la ley es consistente con los principios de sentido común que, como tantos, he defendido en tantas ocasiones".
Esta reforma migratoria ha sido, durante décadas, la aspiración de millones de familias que viven en una dura clandestinidad, sin acceso a la mayoría de los servicios sociales, sin perspectivas de una vida estable, discriminados y marginados, cuando no perseguidos o confundidos con delincuentes. Pero no solo eso. La reforma ha sido un constante campo de batalla en el que los partidos políticos han rivalizado por cada vez más atractivos intereses electorales. Por más de 30 años, los intentos de poner en orden un sistema migratorio a todas luces quebrado se han estrellado con la oposición de quienes pretendían conservar su escaño o su criterio estrecho sobre la nacionalidad o las tradiciones norteamericanas.
Los inmigrantes indocumentados llevan muchos años contribuyendo de forma determinante a la creación de riqueza en Estados Unidos. Su aportación es vital en algunas áreas, como la de la agricultura, la industria o el trabajo doméstico, y visible y creciente en otras muy diversas, desde la tecnología hasta la educación.
Aunque la necesidad de reformar el sistema migratorio era ya acuciante durante la anterior Administración, fueron las dos últimas elecciones presidenciales, particularmente la de 2012, en las que Barack Obama obtuvo el 71% de los votos latinos, las que acabaron de convencer a los republicanos, los principales oponentes de la reforma, de que su futuro como partido dependía de su actitud respecto a esta ley.
La reforma sale del Senado como muchas limitaciones. Plantea regularizar a los ‘sin papeles’ previo pago de una multa y de sus impuestos atrasados, duplica el número de agentes que protegen la frontera con México, invierte 30.000 millones de dólares en vigilancia de los puntos de entrada al país, limita el acceso a la ciudadanía para los indocumentados que residan en EE UU desde antes de diciembre de 2011, establece un plazo mínimo de 10 años para poder aspirar al pasaporte norteamericano y obliga a demostrar conocimientos de inglés y un historial limpio de antecedentes penales.
Como compensación, se crea un nuevo sistema de visados temporales, se permite un acceso más rápido a la ciudadanía norteamericana a los llamados ‘dreamers’ –estudiantes indocumentados- y trabajadores agrícolas, se aumenta el número de visados para los empleos en la ciencia y la tecnología y se imponen mayores controles para evitar casos de abusos y explotación, ahora frecuentes, en las empresas.
El éxito obtenido en el Senado -con el voto a favor de 14 republicanos- ha sido laboriosamente trabajado desde hace seis meses por una coalición de legisladores demócratas y republicanos que, con el apoyo de Obama en la Casa Blanca, han conseguido finalmente conformar una mayoría que ahora esperan reproducir en la Cámara. El presidente emplazó a los legisladores a "hacer lo mismo" que el Senado y advirtió de los obstáculos que puede encontrar la reforma. "Este es el momento en el que sus oponentes intentarán con más fuerza destruir esta iniciativa bipartidista de manera que impidan que esta reforma se convierta en realidad", dijo Obama. "No podemos dejar que eso pase".
El senador republicano John McCain, líder en las negociaciones, instó a los representantes a estudiar el proyecto de ley nada más ser aprobado. "Apelamos a su consideración y estamos dispuestos a sentarnos y negociar con ustedes", afirmó.
El texto de esta reforma ha recibido críticas, tanto de grupos de derechos humanos, que se quejan de la militarización de la frontera, como de los sectores más conservadores, que se temen la disolución del carácter y la esencia del estilo de vida americano. Obama advirtió en su momento que, para poderse llegar a un acuerdo, iba a ser preciso que todos hicieran renuncias.
Todos los implicados en el avance de la reforma lo han reconocido. La Asociación por las Libertades Civiles (ACLU) felicitó este jueves al Senado por su trabajo impulsando una ley "histórica" que permitirá a millones de familias "obtener estatus legal para vivir, trabajar y cuidar de sus familias sin miedo, en el país al que llaman hogar".
El resultado ha sido, pues, una muestra de pragmatismo y un raro ejemplo de colaboración entre los dos partidos políticos. El pasado mes de enero, cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas crearon lo que se conoció como “Grupo de los Ocho” para negociar las bases de la legislación. El trabajo de esta coalición bipartidista refleja cómo los intereses de futuro de demócratas y republicanos dependen en gran medida del apoyo de la comunidad hispana, el grupo de población de mayor crecimiento en la última década y, seguramente, en la próxima.
La realidad política coincide, además, con un contexto económico que ha dejado en evidencia la dependencia de EE UU de profesionales extranjeros y la necesidad de recuperar el liderazgo en materia de innovación. Todo ello ha obligado a reconocer que la inmigración sigue siendo la llave de la prosperidad futura de este país.
A la espera de las negociaciones que tengan lugar en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen la mayoría, el debate en el Senado se ha visto favorecido por la actuación de algunos republicanos determinantes, como John McCain, que apoya la reforma desde hace años, o de la figura emergente de la oposición, el senador de origen cubano Marco Rubio, cuya carrera fue impulsada al inicio por el Tea Party pero se ha convertido ahora en la bisagra entre los defensores y los detractores de una ley cuya aprobación marcará el legado de Obama tanto o más que la reforma sanitaria.

Obama: “No voy a enviar aviones para coger a un ‘hacker de 29 años”

El presidente norteamericano afirma que el caso no merece una crisis con Rusia o China

Califica a Mandela de “héroe del mundo”

 

Barack Obama, de visita en Senegal / SAUL LOEB (AFP)
 
Tratando de rebajar la tensión creada por la fuga de Edward Snowden, el responsable de las filtraciones sobre los programas de espionaje de Estados Unidos, Barack Obama descartó este jueves la posibilidad de enviar aviones de combate para tratar de capturar en el aire al antiguo contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). El presidente norteamericano renunció, igualmente, a crear una crisis diplomática con Rusia y China por este episodio.
“No voy a movilizar aviones para coger a un hacker de 29 años”, declaró Obama en Dakar (Senegal), donde se encuentra de visita oficial, en un intento de restar importancia al papel de Snowden, quien, en realidad, ha cumplido ya los 30 años durante su estancia, primero, en Hong Kong y, después, en el aeropuerto de Moscú, donde, al parecer, se encuentra actualmente. “Entiendo la fascinación por esta historia desde la perspectiva de la prensa. Estoy seguro de que harán una película. Pero el daño causado es el de sus primeras revelaciones”, afirmó.
Por esa razón, el presidente aseguró que se va a limitar a intentar su captura por los canales legales existentes y sin poner en peligro las relaciones con Rusia y China. “Tenemos un montón de asuntos con China y Rusia, y no voy a dejar que un caso de un sospechoso al que estamos tratando de extraditar sea elevado de repente a la categoría de obstaculizar esos asuntos”, dijo.
Obama informó de que no había hablado con los presidentes de China, Xi Jinping, ni con el de Rusia, Vladimir Putin, porque no ha creído necesario hacerlo, puesto que el caso Snowden es un tema que debe ser discutido entre expertos. Expresó, no obstante, su confianza en que las autoridades rusas accedan todavía a conceder la extradición. “Ha habido algunas conversaciones útiles entre los Gobiernos de EE UU y de Rusia”, añadió, “y sigo confiando en que Rusia u otros países que se han referido potencialmente a darle asilo a Snowden reconozcan que son parte de la comunidad internacional y que deberían de cumplir las leyes internacionales. Vamos a presionarles todo lo que podamos para conseguirlo”.
Obama sugirió que el principal daño causado por Snowden no ha sido el conocimiento mismo de los dos programas secretos de vigilancia filtrados, sino la demostración de los agujeros que existen en los sistemas de seguridad de la NSA. “Este caso prueba significativas vulnerabilidades en la NSA que tienen que ser resueltas”, manifestó. “Pero, en términos de los intereses de EE UU, el daño se hizo con las filtraciones iniciales”.
Al mismo tiempo, admitió que su Gobierno desconoce si Snowden tiene en su poder otros documentos secretos, y confesó su “preocupación” al respecto. “Esta es, en parte, la razón por la que queremos detenerle”, explicó.
Las declaraciones de Obama revelan una estrategia de contención de daños, sobre todo con Rusia, cuyo presidente había rechazado claramente esta semana la posibilidad de satisfacer la demanda norteamericana de extradición. Unido a otras discrepancias anteriores sobre Siria e Irán, más el silencio con que han sido recibidas en Moscú las propuestas de Obama sobre desarme nuclear, este caso amenazaba con devolver las relaciones entre Rusia y EE UU al nivel de la Guerra Fría.
Aunque el presidente norteamericano no aludió el jueves a Ecuador, ese es otro de los países envueltos en esta tormenta diplomática. Anticipándose a lo que veía venir de forma inevitable, el Gobierno ecuatoriano renunció a las ventajas comerciales de las que gozaba hasta ahora en EE UU y cuya renovación, prevista para el mes próximo, dependía exclusivamente del Congreso norteamericano. El presidente del comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, había advertido el miércoles que se opondría a la extensión de esos privilegios para Ecuador como respuesta a su actitud en el caso Snowden.
Todo este conflicto oscurece un viaje de Obama a África que, por lo demás, tiene un enorme simbolismo, no solo por lo que representa de respaldo a un continente que está empezando a despegar económicamente en algunos puntos, sino por lo que significa en la biografía del primer presidente negro de EE UU, el hijo de un africano.
Obama destacó, en primer lugar, el papel del más célebre africano de la historia, Nelson Mandela, que se encuentra actualmente en estado crítico. Obama, que visitará Suráfrica este fin de semana, se refirió a Mandela como “un héroe del mundo cuyo legado perdurará a lo largo de los años”.
El presidente norteamericano visitó ayer la Casa de los Esclavos, en Goree Island, una de esas llamadas “puertas sin retorno” africanas donde, en el siglo XVIII, se reunía a las personas a las que se vendía como esclavos en América. En EE UU, ese comercio continuó hasta su guerra civil y, aún hoy, la huella de la esclavitud está marcada profundamente en esta sociedad. Obama no es descendiente de esclavos –su padre nació en Kenia y emigró aquí como estudiante-, pero sí lo es su esposa, Michelle, que le acompaña en este viaje, junto a sus dos hijas, Sasha y Malia, enfrentadas, como tantos niños negros, a ese pasado atroz. “Para un afroamericano, para un presidente afroamericano”, dijo Obama, “visitar este lugar me da mucha más motivación para defender los derechos humanos en todo el mundo”.

El misterio de ganar tiempo

Si Putin no puede evitar el tema, como desearía, tal vez trate de despistar mientras el fugitivo deambula por universos virtuales en espera de que se perfile alguna solución.

 

 
La información sobre el paradero de Eduard Snowden en Rusia es confusa. Los aviones de Moscú a La Habana parten sin él y los empleados del hotel en la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremétevo generan noticias contradictorias. Una fuente dijo a la agencia Ria Nóvosti que Snowden efectivamente se alojó en el hotel durante cuatro horas y se marchó después acompañado de unos señores, pero otra fuente afirmó a Interfax que Snowden miró los precios del establecimiento, pero no se hospedó en él.
Dondequiera que esté el empleado de los servicios de seguridad norteamericano portador de secretos, su simple paso por Moscú pone a los dirigentes rusos en una posición delicada y podría llevarlos a tomar decisiones con independencia de sus propios deseos. Tal como se presenta el personaje, Snowden no es un espía que se pasa de un servicio secreto a otro, al que entrega en exclusiva su “capital” informativo, sino que, por razones morales y en nombre de los derechos cívicos, ha decidido airear al mundo lo que sabe sobre la vigilancia total del Internet. Para Moscú, esta imagen, --verdadera o falsa--, es más difícil de tratar que la del espía clásico de la Guerra Fría.
Dondequiera que esté el empleado de los servicios de seguridad, su simple paso por Moscú pone a los dirigentes rusos en una posición delicada
Como veterano del KGB, Putin (y cualquiera marcado por las reglas y los hábitos de trabajo en los servicios de seguridad) seguramente preferiría recibir secretos de Estado para consumo propio en exclusiva en lugar de tenérselas que vérselas con la difusión libre e incontrolada de los trapos sucios norteamericanos,que por otra parte pueden ser muy parecidos a los de Rusia. En el tratamiento de este asunto, Putin tal vez era sincero cuando dijo que “preferiría no tener que ocuparse de estas cosas, porque es como trasquilar a un cerdo: mucho chillido y poca lana”.
La denuncia de los métodos ilegales de vigilancia total sobre el ciudadano con la que se identifica a Snowden lo convierte en un héroe a los ojos de los defensores de derechos cívicos rusos. En teoría, Rusia tiene una magnífica oportunidad de enarbolar la bandera de su defensa. Pero no es tan simple. Putin critica con saña los métodos y filosofía de EEUU, pero EEUU es también un país al que el Kremlin emula y con el que Rusia pretende colaborar en los grandes temas de la política internacional y también en la lucha conjunta de sus servicios secretos contra el terrorismo.
Como veterano del KGB, Putin, y cualquiera marcado por las reglas y los hábitos de trabajo en los servicios de seguridad, seguramente preferiría recibir secretos de Estado para consumo propio
En contra de la extradición y a favor del asilo de Snowden se han declarado varios integrantes del Consejo de Derechos Humanos adjunto al presidente Putin, comenzando por el máximo dirigente de esta entidad Mijaíl Fedótov. Rusia no puede entregar a Snowden porque lo prohíbe la convención sobre el estatus de refugiado de Ginebra de 1951, ha puntualizado Fedótov, según el cual, mientras se decide si se da asilo político o no, el refugiado está protegido por la Organización de Naciones Unidas. Y si Rusia observa las normas del derecho internacional, no puede entregarlo, dijo el funcionario al canal Rusia-24. Fedótov cree que “Snowden merece protección” y considera que este personaje tiene las mismas motivaciones que el fundador de Wikileaks Julian Assange y el soldado estadounidense Bradley Manning. Todos ellos quieren informar a la sociedad y son productos del mundo moderno impensables sin el Internet. “Desean lo mejor para la humanidad. Sus acciones merecen ser elogiadas porque es bueno revelar cualquier información sobre los abusos”, sentenció Fédotov.
“Si Gerard Depardieu recibió la ciudadanía rusa cuando trataba de zafarse de los impuestos, ¿por qué no darle la ciudadanía a Snowden?”, opinó la veterana de defensa de los derechos humanos Liudmila Alexéieva, que asegura simpatizar con el norteamericano.
Kirill Kabánov, miembro también del Consejo de Derechos Humanos, anunció que ha convocado a sus colegas a reunirse y enviar un mensaje a Putin solicitando asilo político para Snowden. Lo que nadie ha dicho es si Snowden quiere y ha pedido asilo político en Moscú.
Si Putin no puede evitar el tema, como desearía, tal vez trate de ganar tiempo mientras el fugitivo deambula por universos virtuales y mundos paralelos en espera de que se perfile alguna solución. Pero si Putin se ve obligado a ocuparse del asunto, porque Snowden pide asilo o porque no hay manera de que se vaya, entonces el líder ruso tendrá que decidir si se configura como patrón y protector del héroe desenmascarador de EEUU. Pero, en el caso de que Putin, como Obama, no quiera que Snowden se interponga en las relaciones bilaterales, el presidente ruso no podrá explotar a fondo todo el rédito propagandístico antiamericano que Snowden le podría generar. Así que este puede ser verdaderamente un asunto de “mucho chillido y poca lana”.